Antoni Gómez: “Las firmas se han adaptado de forma excelente al teletrabajo”
Los próximos 2 y 3 de julio se celebrará la 30 edición del “Fórum del Auditor Profesional”, organizada un año más por el Col·legi de Censors Jurats de Comptes de Catalunya. Será una edición muy especial, al celebrarse de forma virtual y bajo el lema “Som auditors. Tornarem a trobar-nos / Somos auditores. Volveremos a encontrarnos”, y que llega después del confinamiento por el Covid-19. En estas dos jornadas se van a desarrolla 10 sesiones técnicas y 5 sesiones plenarias, en las que se analizará el impacto de pandemia para la auditoría de cuentas.
El presidente del Col·legi, Antoni Gómez, nos presenta en la siguiente entrevista los principales temas que se tratarán en el Fórum y reflexiona sobre el momento tan especial que vive la profesión.
¿Qué mensaje inicial daría a la profesión en esta edición tan especial del Fórum, que cumple 30 años?
Para este año habíamos empezado a preparar una edición ciertamente especial del Fórum, para celebrar que se trataba del número 30. Lamentablemente, la pandemia que ha afectado profundamente nuestras vidas ha alterado también el Fórum. Hemos querido mantener, en todo lo posible, el evento, que tradicionalmente constituye uno de los encuentros anuales más significativos del sector. El contenido de este primer encuentro virtual es de una calidad extraordinaria, y tiene lugar en un momento crucial para nuestra profesión. Los efectos económicos y sociales de la pandemia tienen un impacto muy significativo en nuestra organización y en nuestro trabajo.
¿Qué temas destacaría de esta nueva edición?
Reflexionaremos respecto de lo que ha pasado con la pandemia y como nos afectará en el futuro, tanto en relación con la sociedad en su conjunto como en lo que concierne a las firmas de auditoría. Analizaremos también todos los temas candentes del momento, desde los efectos de la situación en las cuentas anuales o en nuestros informes, hasta el impacto concursal o en la nueva economía. Será del máximo interés el “Dialogo sobre Auditoria”, con el presidente del ICJCE, Ferran Rodríguez, y el recientemente nombrado presidente del ICAC, Santiago Durán.
Y aunque todas las sesiones prometen ser muy interesantes, por citar alguna mencionaría la sesión plenaria sobre “Cómo cambiarán nuestras empresas”, con dos académicos tan conocidos como José Maria Gay de Liébana y Oriol Amat.
¿Cómo cree que debe afrontar el sector este nuevo escenario que nos deja la pandemia?
En el entorno de incertidumbre al que estamos sujetos, los auditores tenemos un papel importantísimo al contribuir a la transparencia y la confianza de las informaciones financieras y no financieras que difunden las organizaciones. Esto supone retos y oportunidades. Nuestro trabajo será frecuentemente más complejo y requerirá mayores esfuerzos y reflexiones cuidadosas, pero sin duda estamos preparados para responder al interés público que caracteriza nuestra profesión. Se han invertido y se seguirán invirtiendo gran cantidad de recursos públicos para paliar los efectos económicos de la pandemia. Y las actuaciones de los auditores en estos ámbitos contribuirán a la transparencia que requiere la ciudadanía.
¿Cómo ha afectado y afectará el teletrabajo en el día a día de los de los auditores?
Las firmas se han adaptado de forma excelente al teletrabajo. Ya hace tiempo que emprendimos la transformación digital, y la amplia utilización de la tecnología impulsó que las firmas siguieran el camino de sus clientes. Hemos tenido dificultades por las circunstancias de alguno de nuestros clientes, que les ha impedido facilitar las informaciones que requeríamos para culminar nuestros trabajos. En algunos casos porque estaban sin actividad, en otros -por ejemplo, en los sectores sanitarios o sociosanitarios- porque lógicamente sus prioridades eran otras.
Para muchas firmas, la situación ha permitido constatar que en el teletrabajo se puede mantener la eficiencia, sin que sea precisa una constante presencia física, sea en nuestras oficinas o en las de los clientes. Probablemente esta experiencia facilite superar una de las tradicionales barreras para la atracción y retención del talento.
¿Hemos hecho la transformación digital de nuestras empresas a toda velocidad durante el confinamiento?
Mayoritariamente las firmas ya estábamos preparadas para esa trasformación digital, pero la hemos asumido de forma global, forzados por las circunstancias. Si en alguna firma podía haber algunas personas escépticas, ha quedado en evidencia la importancia de disponer de sistemas tecnológicos robustos. Buena parte de las prácticas incorporadas en estos meses, continuarán, y precisarán institucionalizarlas, por ejemplo, reforzando los sistemas en ciberseguridad.
¿Cómo valora los resultados del estudio sobre la auditoria como profesión de futuro para las mujeres?
Se trata de un estudio muy interesante que pone de relieve cómo siguen existiendo dificultades para que las mujeres escalen posiciones de responsabilidad en las firmas. Desde el Col·legi hace tiempo que estamos comprometidos por la equidad de género en el sector. En las incorporaciones a nuestras firmas, más de la mitad de las personas contratadas son mujeres, pero por distintas razones, una de las cuales es la dificultad de conciliar, se produce una pérdida significativa de talento a medida que se analizan posiciones de mayor responsabilidad. Como comentaba anteriormente, la incorporación del teletrabajo a nuestras organizaciones puede corregir en parte esta situación.
Y ya para acabar, ¿cómo ve el futuro de la auditoria, en esta nueva normalidad?
La auditoría tiene un papel esencial para responder a la demanda creciente de la sociedad en relación con la transparencia. Afortunadamente, nuestra sociedad es cada vez más crítica respecto de lo que hacen las organizaciones, y los auditores, como profesión de interés público, contribuimos a la confianza en las informaciones financieras y no financieras que divulgan las organizaciones. Tenemos un gran futuro. Por nuestra contribución, estamos orgullosos de ser auditores.
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