Cuatro retos para la auditoría gallega en 2022
11 de enero de 2022.
Los profesionales de auditoría hemos sido testigos en primera línea del impacto de la pandemia en las cuentas de las empresas gallegas en un año tan difícil e insólito como 2020. Nuestro análisis nos ha permitido valorar la situación de las compañías de Galicia, incluidas las que se auditan voluntariamente, y también orientarlas para tomar las mejores decisiones. Eso es lo que hacemos los auditores: analizar, pero también contribuir a mejorar el tejido empresarial de Galicia. Sumidos todavía en una situación de incertidumbre, desde la auditoría nos preparamos para afrontar los que serán los cuatro grandes retos de este 2022, que pasan, en primer lugar, por poner en valor nuestra profesión.
1. Convencer a las empresas de que se auditen. Sabemos que la pandemia se ha llevado y se llevará por delante a muchas empresas gallegas. Hablamos especialmente de pequeñas empresas, que son el grueso de nuestro tejido empresarial. Los datos del Consejo General del Poder Judicial Señalan que la mayoría de las compañías que fueron a concurso de acreedores desde que hay datos terminan extintas. La situación de inestabilidad nos indica que la destrucción de empresas continuará siendo una realidad en Galicia y, por ello, otro de los retos de la auditoría es conseguir que las empresas gallegas que no tienen obligación de auditarse lo hagan. La auditoría no garantiza la supervivencia de las empresas, pero sí ofrece herramientas a los empresarios para tomar siempre las mejores decisiones en términos de buena salud contable a corto, medio y largo plazo.
2. Ser una pieza clave en los informes no financieros. La información no financiera es cada vez un elemento más importante para las empresas ante las entidades financieras y los organismos internacionales. El trabajo de los auditores está siendo y será fundamental para mostrar que las compañías gallegas hacen y quieren hacer las cosas de acuerdo con lo que reivindica el mundo en términos de sostenibilidad, economía circular o igualdad de género. Avalar estas condiciones es especialmente importante de cara a la obtención de subvenciones, ayudas o reconocimientos importantes.
3. Un papel fundamental en los fondos europeos. La totalidad de los auditores y auditoras del Instituto de Censores Jurados de Cuentas en Galicia creemos que será necesaria nuestra labor para verificar que las empresas cumplen las condiciones bajo las que se les otorgarán los fondos Next Generation. La gran mayoría de los profesionales consideramos que nuestra intervención supondrá un aval para la transparencia y el cumplimiento de la finalidad de estas ayudas, y también que las empresas gallegas auditadas serán más propensas a obtener fondos de la Unión Europea. Las ayudas que vendrán de Bruselas, una oportunidad inédita para las empresas gallegas, se convertirán, sin duda, es otro de los pilares de nuestra profesión en las cuentas de 2022.
4. Defender la auditoría como un valor empresarial. La auditoría de cuentas es un valor indiscutible para las empresas gallegas: el informe de ICJCE Galicia en colaboración con la Zona Franca de Vigo señala que las empresas gallegas que se auditan son tres veces más longevas, catorce puntos más igualitarias y copan la mayoría de indicadores Ardán de excelencia empresarial. Además, presentan una mejor evolución en términos de empleo, facturación o rentabilidad financiera que las que no se auditan. Auditarse es un valor empresarial y, como auditores que analizan el 73% del empleo y el 88% de la facturación del sector privado en Galicia, debemos esforzarnos para que el empresariado y el conjunto de la sociedad lo sepan.
Artículo de Enrique González, presidente de la Agrupación Territorial 4ª Galicia.