Alberto Escariz: “La digitalización permite transparencia de los procesos"
20.10.2022. Alberto Escariz Couso (Vigo 1970) es Interventor General del Ayuntamiento de Vigo y de la Mancomunidad del Área Intermunicipal de Vigo con habilitación de carácter nacional perteneciente a la subescala de Intervención -Tesorería. Para Escariz, la auditoría pública es esencial, pero reivindica, “la digitalización permite un alto de nivel de transparencia de los procesos, lo que sin duda garantiza mucha más seguridad y previsibilidad.”
¿Qué papel juegan los auditores privados en el sector público para garantizar transparencia?
Sin duda alguna un papel muy importante, en la medida en la que el control financiero, en su modalidad de auditoría pública, tiene una enorme transcendencia para garantizar un modelo de control eficaz, y para la mejora de la gestión y la transparencia. En este sentido, la colaboración del auditor privado, con amplia experiencia en este campo, es determinante para suplir las carencias que tienen los órganos de control interno de las Administraciones Públicas en general, más enfocadas tradicionalmente hacia una modalidad de control previo o de legalidad.
Con su trayectoria, ¿cree que se están llevando a cabo actuaciones efectivas para mejorar el control interno en el sector público? ¿Cuáles?
En mi opinión, algunas actuaciones se están realizando, aunque no todas las que se deberían ni a la velocidad deseable. En el ámbito local, recientemente se ha aprobado el Real Decreto 424/2017 por el que se desarrolla el sistema de control interno en el SPL. Se establece la necesidad de disponer de un modelo de control eficaz y de contar con medios suficientes para ello, pudiendo contratar a firmas privadas de auditoría. También se prevé un mayor conocimiento por el Pleno de la planificación y los resultados de las actuaciones de control, así como la elaboración de informes resumen y su remisión a la IGAE. Se desarrolla el ejercicio del control financiero, haciendo posible la aplicación generalizada de técnicas, como la auditoría en sus diferentes modalidades.
¿Cómo afecta la transformación digital en el sector público? ¿Puede ser garante de transparencia?
Afecta de una manera capital en la medida en que la modernización y el uso de las nuevas tecnologías es absolutamente necesaria para la prestación de unos servicios públicos más eficientes, que es en definitiva lo que ciudadanos y empresas demandan del sector público. Además este proceso de cambio hacia un “Gobierno digital” debe de servir de acicate para la previa revisión y simplificación de los procesos administrativos, es decir, no se trata solamente de automatizar los procesos y hacerlos accesibles digitalmente, sino de aprovechar este proceso para hacer una auténtica reforma de la Administración.
Por otra parte, la digitalización permite un alto de nivel de transparencia de los procesos, lo que sin duda garantiza mucha más seguridad y previsibilidad.
¿Cuál diría que es la clave de una buena auditoría?
Creo que aunque son muchos los elementos que confluyen a la hora de calificar una auditoría, fundamentalmente los de carácter personal y profesional del auditor como la formación o capacitación técnica, la capacidad de análisis y resolutiva o el sentido de responsabilidad, siempre destacaría por encima de todas ellas la integridad profesional y la independencia y autonomía funcional, puesto que constituyen uno de los principios fundamentales de cualquier sistema de control, análisis y evaluación. Cualquier atisbo de ausencia de imparcialidad del auditor hace que la auditoría pierda su sentido.
Según el Informe sobre auditoría del sector público en España, publicado este año por el Instituto de Censores Jurados de Cuentas de España (ICJCE), en el ámbito local el 90% del gasto de los ayuntamientos no se audita, ¿qué opina al respecto?
La normativa por la que se desarrolla el control interno de las entidades locales en sus modalidades de control financiero y auditoría es relativamente reciente en España, lo que ha provocado que muchas entidades locales no hayan podido de momento adaptar sus estructuras a estos nuevos sistemas de control y que continúe prevaleciendo la tradicional función interventora del gasto presupuestario, que es un sistema de control previo y de legalidad. Por este motivo muchos entes dependientes (fundaciones, organismos autónomos, ...) no han sido de momento auditados.
Sin duda alguna, las exigencias legales y los sistemas de control que ya se aplican en otras Administraciones Públicas como el Estado o la UE harán que en los próximos ejercicios estos porcentajes se vayan incrementando, de modo que poco a poco se vaya instaurando también en el ámbito local la “cultura del control financiero”, que es lo deseable.
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