Calero: "La auditoría en Galicia incorporará plena tecnología en 3-5 años"
20.09.2024. Como presidenta de la Comisión de Innovación y Tecnología del Instituto de Censores Jurados de Cuentas de España (ICJCE), la auditora Loreta Calero considera que Galicia ha acelerado su proceso de digitalización en la auditoría. “Antes decía que de 5 a 10 años, pero ahora creo que de 3 a 5 años el cambio en Galicia va a ser tan significativo que necesariamente todos los despachos van a incorporar la tecnología de una manera u otra”, asegura la experta.
Calero tiene claro que la implementación tecnológica es una operación ineludible para las firmas de auditoría de todos los tamaños. Ante el enorme aumento de los datos que manejan los profesionales, considera que la auditoría se convertiría en “un trabajo inabordable” sin tecnologías como la inteligencia artificial (IA). La profesional, que ha participado en las IV Sesiones Técnicas de Auditoría en Vigo, calcula que las firmas gallegas vivirán su plena implementación tecnológica en menos de un lustro.
¿En qué trabaja la Comisión de Innovación y Tecnología del Instituto de Censores Jurados de Cuentas de España?
En la comisión actuamos en tres ámbitos principales: la investigación, donde identificamos en el mercado las soluciones tecnológicas que hay o los posibles desarrollos que puedan adecuarse a la función de los auditores para adaptarlos; la divulgación, involucrándonos con universidades y con las distintas agrupaciones en congresos para mostrar cómo la tecnología puede aplicarse a la profesión; y la parte formativa, con cursos que pretenden hacer un recorrido por la auditoría para que los auditores puedan irlo incorporando a sus procesos. Ahora en octubre lanzamos un curso sobre cómo debe de ser la transformación de un despacho de auditoría hacia soluciones tecnológicas más complejas.
¿Por qué es importante la tecnología en el sector de la auditoría?
Porque la auditoría no deja de responder a una realidad de la vida en general, y los auditores revisamos y analizamos empresas que están en el mundo actual. Todos los sectores están impactados por la tecnología, y cada vez más procesos se hacen de manera automatizada, integrando distintas fuentes de información. En la auditoría cada vez generamos más datos y más información, y es más compleja y más interrelacionada. Si no disponemos de herramientas que nos permitan interrelacionarla y tratarla de una manera más eficiente, la auditoría se convertiría en un trabajo inabordable en los tiempos necesarios. Responde a la realidad del mercado y a la necesidad de agregar valor y revisar lo que es importante.
“Si no disponemos de herramientas que nos permitan interrelacionar la información, la auditoría se convertiría en un trabajo inabordable”
Ante el creciente volumen de datos, ¿la tecnología es como un salvavidas para los auditores?
Sí, porque los despachos de auditoría, independientemente de que sean grandes, pequeños o medianos, están pasando por las mismas circunstancias: en capacitación, porque cada vez hay más regulación y más compleja y necesitamos conocerla; en internacionalización, porque hasta las empresas pequeñas trabajan en todo el mundo y necesitan saber idiomas para analizar la regulación local y otros aspectos; y en la cuestión laboral, como la deslocalización de las personas, porque el talento no sólo está centrado en la oficina. Todo eso hace que cualquier despacho necesite acudir a herramientas que les permitan hacer todo eso. La tecnología ayuda a que las firmas puedan adoptar el cambio y que los clientes sigan contando con las firmas para que les auditen. Es esencial, ya no es una cuestión de decidir si incorporar tecnología o no, sino de tener la capacidad de identificar qué tecnología puedo incorporar o necesito.
¿Qué usos prácticos tiene para la profesión una herramienta como ChatGPT?
ChatGPT tiene varias ventajas, y también algún sesgo que hay que entender, pero la ventaja fundamental es que permite, primero, dotar a todos los miembros del equipo de un nivel estándar y adecuado de conocimiento, a nivel de consulta: identificar detalles sobre una empresa o su sector, consultas al ICAC, al BOICAC... Y también sirve para analizar documentación: puedes subir estados financieros y que te calcule ratios, asientos extraños, operaciones, redactar documentos, como memorandos, analizar textos, hacer planes de formación... Un ChatGPT bien entrenado puede ser más que un asistente de auditoría. Y lo hace en multi-idioma.
¿La IA va a quitar trabajo en auditoría?
Mucha gente lo dice, pero no es así. El trabajo que nos va a quitar es esa base inicial, resolviéndola mucho más rápido, pero luego tenemos que estar ahí con nuestro conocimiento experto para ir más allá de la respuesta inicial y comprobar que no haya errores. La única limitación que tiene la IA es saber qué preguntarle y no quedarte con la primera respuesta. Y de ahí nuestro papel fundamental.
“El trabajo que nos va a quitar la IA es la base inicial, resolviéndola mucho más rápido, pero nuestro papel es fundamental”
¿La información está segura en la IA?
Hay mucho debate, por ejemplo, alrededor de ChatGPT con el tema de la seguridad de la información, pero hay formas de hacerlo sin desglosar al mercado información confidencial. Se está trabajando mucho ahora en los sesgos de la IA y la cuestión ética. Lo mismo pasaba con el tema del almacenamiento en la nube, hay una serie de riesgos asociados que se pueden abordar y que hay que tener en consideración, pero eso no quiere decir que no se deba utilizar.
Además de la IA, ¿qué otras herramientas tecnológicas crees que serán clave en la auditoría del futuro?
La IA incorpora muchas cosas, desde herramientas que aprenden o tareas automatizadas, de transcripción... Pero más allá de eso está el otro disruptor, que es el blockchain, y que viene a desregular el mercado de la validación. La combinación de ambas tecnologías es lo que está dando un giro radical a nuestra profesión. Con blockchain e IA todo va a cambiar en la auditoría.
¿Dirías que estas tecnologías son el futuro o ya están en el presente de la profesión?
La IA ya está metida en todos nuestros despachos de una u otra forma, aunque no nos demos cuenta. Lo que quizás muchos no han hecho es una integración proactiva, sino desestructurada, y lo que falta es un plan de integración. El blockchain ha entrado en determinados sectores, y en auditoría ya se ven procedimientos de comprobación que, por estar validados por blockchain, no requieren esa verificación. Ya no auditas la operación concreta, sino si el algoritmo que está detrás responde a los estándares a los que tiene que responder. Es una auditoría distinta, más del código que de la operación.
“La combinación de IA y blockchain está dando un giro radical a nuestra profesión. Con ellas va a cambiar todo en la auditoría”
¿Tardará más en llegar la plena implementación tecnológica a las auditoras pequeñas, que son la mayoría en Galicia?
Yo creo que el tamaño no es una excusa y, de hecho, podría llegar a ser una ventaja: las grandes firmas han invertido muchísimo en tecnología muy cara y, de pronto, llega ChatGPT resolviendo cosas en 2 minutos y se preguntan “¿y esto cómo lo amortizo?”. Eso a las pequeñas no les ocurre. Creo que la resistencia al cambio es el principal freno de la implantación tecnológica, pero eso ocurre en empresas grandes, medianas y pequeñas. Y el segundo freno es la falta de visión, algo que en Galicia no debería ocurrir porque los gallegos tienen un gran espíritu emprendedor. La tecnología nos va a desbordar y, al final, los despachos pequeños sí o sí la van a integrar cuando vean que es muy crítico para su negocio o dejan de ser competitivos. El mercado los va a obligar a adoptarla, y también el regulador, que cada vez más nos está pidiendo que nuestros procesos tengan una traza. Aunque sea en la propia organización del despacho, la vamos a utilizar.
¿Cuándo llegará?
¿Cuándo? Antes decía que de 5 a 10 años, pero ahora creo que de aquí a 3 a 5 años el cambio en Galicia va a ser tan significativo que necesariamente todos los despachos van a incorporar la tecnología de una manera u otra.
Fotografía: Loreta Calero, esta semana en las IV Sesiones Técnicas de Auditoría, en Vigo. Punto GA-Miguel Riopa.