La COVID-19 acelera la transformación digital de la auditoría
05 de mayo de 2020. La auditoría en Galicia y el resto de España ha visto acelerada su transformación digital con la llegada de la crisis sanitaria del coronavirus. El proceso de digitalización de las compañías ha propiciado una transformación en el mercado de la auditoría durante los últimos años debido al incremento de la calidad y reducción de riesgos, la presión regulatoria, el volumen cada vez mayor de información a gestionar y la exigencia de un nivel superior de eficiencia por parte de los clientes. Antes de la crisis de la Covid-19, el sector de la auditoría ya estaba aprovechando las nuevas tecnologías para aplicarlas a sus servicios y realizar una labor más eficiente, maximizando el partido que se extrae de la creciente cantidad de información disponible y ofrecer así perspectivas adicionales, pero el ritmo de implementación era más lento.
Las firmas de auditoría estaban obligadas a invertir en el uso intensivo de la tecnología, pero precisamente esta inversión y la adaptación al cambio eran las principales barreras identificadas en el estudio La transformación digital en el sector de la auditoría, elaborado por el Instituto de Censores Jurados de Cuentas de España (ICJCE), que dificultaban avanzar en este aspecto. La llegada del coronavirus ha supuesto un reto para la sociedad en su conjunto, pero no todo es negativo, ya que la cuestión tecnológica ha sido el detonante de un cambio radical en las organizaciones, en la forma de abordar las auditorías y en las relaciones con los clientes.
Desde la declaración del estado de alarma el pasado 14 de marzo, el sector de la auditoría ha sido un referente nacional en teletrabajo sin que esta modalidad generase grandes inconvenientes a la hora de desenvolver la actividad profesional con normalidad. Sin embargo, esta situación excepcional ha puesto de manifiesto que las barreras anteriormente descritas existen, sobre todo en la relación con los clientes.
La crisis generada por la Covid-19 ha supuesto un golpe de efecto para cuestiones que estaban solucionadas tecnológicamente, pero que no se habían implementado debido a múltiples dudas jurídicas o técnicas, como la firma digital, los inventarios mediante imágenes en diferido o las herramientas para la adopción de acuerdos en reuniones no presenciales.
El reto ahora es mantener este protocolo que incrementa la productividad y fiabilidad de nuestro trabajo, contando con la formación adecuada para que todos los auditores en Galicia y el resto de España adquieran las mismas herramientas y capacidad de teletrabajo que las grandes firmas y despachos medianos. Las firmas de auditoría tienen que ponerse en marcha y adaptarse al nuevo entorno digital estableciendo su propia hoja de ruta a abordar en los próximos años, no solo para maximizar su negocio, sino para garantizar su supervivencia.
