Fernando Cuñado: “El experto independiente en ámbito mercantil debe ser experto independiente contable”
12.12.2024. Fernando Cuñado García-Bernalt, socio en KPMG y vicepresidente del Registro de Expertos Contables (REC), trabaja en algunas de las áreas más punteras y fundamentales dentro de la profesión. Es el responsable de Risk&Regulatory –riesgos y regulación– de la firma, donde se centra en la prevención de fraude, la ciberseguridad o la elaboración de informes forensic, de aplicación en circunstancias especiales de irregularidad contable o de discrepancia entre partes. Durante su participación en las IX Jornadas de Auditoría y Contabilidad en Galicia ahondará en el papel del experto independiente em el ámbito mercantil, una figura para la que desde el REC solicitan una mayor definición legislativa. “El experto independiente en mercantil debe ser contable, porque nuestra profesión tiene un nivel de especialización cada vez más alto”, explica Cuñado.
¿Qué supone ser responsable del área de Risk&Regulatory?
Risk&Regulatory significa riesgos y regulación, dos palabras de grandísima relevancia y presencia porque el entorno macroeconómico, geopolítico y regulatorio es cada vez más complejo. Ya no sólo por ser multi-parte o multi-jurisdicción, sino por el componente tecnológico o la irrupción en el mercado de nuevos agentes económicos. La transformación tecnológica es una oportunidad increíble para dar más velocidad e inmediatez a todo lo que hacemos, pero, a su vez, abre una serie de vulnerabilidades como los ciberataques. La inteligencia artificial (IA) nos va a permitir llegar mucho más lejos, pero tiene riesgos. Ahora todo esto ya está en la agenda estratégica de los CEOs y las compañías, y para mí supone un reto y una oportunidad para atender una necesidad evidente que tiene el mercado. Y para eso ponemos a disposición profesionales con una especialización muy alta en ciberseguridad, riesgos tecnológicos o riesgo de fraude, y luego también en criterios ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) y sostenibilidad, que, más que verlo como un riesgo, creo que nos hemos dado cuenta de la relevancia de la información no-financiera.
"Risk&Regulatory significa riesgos y regulación, dos palabras de grandísima relevancia y presencia porque el entorno macroeconómico, geopolítico y regulatorio es cada vez más complejo"
¿Cómo valoras el papel del experto independiente en el ámbito mercantil?
Dentro del REC, del que tengo el orgullo de ser vicepresidente, detectamos una indefinición en la legislación mercantil. La normativa dictamina, por cuestiones acertadas, que sea un experto independiente quien determine, por ejemplo, el valor razonable de las acciones de una empresa. Lo que estamos planteando en el REC es que el experto independiente en el ámbito mercantil debe ser contable, porque nuestra profesión tiene un nivel de especialización cada vez más alto. Para ello, hemos emitido una guía donde planteamos cómo debe ser el marco de actuación, el enfoque que debe dar este experto a este tipo de mandatos, qué similitudes y diferencias hay con un trabajo de informe de procedimientos acordados… Y la vocación es que sea un documento de referencia para tener diferentes subguías, como la guía del experto independiente en el ámbito de las transacciones. Digo con humildad que estamos haciendo un gran trabajo en este sentido para prestigiar la profesión de experto contable y ser útiles para nuestros compañeros.
"Digo con humildad que desde el REC estamos haciendo un gran trabajo para prestigiar la profesión de experto contable y ser útiles para nuestros compañeros"
¿Qué es un informe ‘forensic’ y en qué casos es necesario?
Es lo que hacemos los contables forenses, intervenimos en unas circunstancias especiales de irregularidad contable o de discrepancia entre dos partes. Hay dos grandes ámbitos: investigación de fraude e irregularidades de carácter contable, para lo que se necesita un auditor forensic especializado, y ahí cada vez estamos trabajando más en lo que es la prevención, con mucho data analytics, big data e IA para detectar patrones anómalos en los libros de una compañía o en la gestión de existencias; y luego está el mundo de los informes periciales, es decir, cuando hay una discrepancia entre dos partes y la disputa tiene carácter contable o económico, se necesita a los conocidos históricamente como peritos, a los que cada vez llamamos más expertos independientes en materia forensic, para detectar el daño derivado de una resolución anticipada de un contrato, determinar el impacto económico de un desastre natural o el valor de un activo expropiado. Recuerdo que descubrí el forensic en Londres. Cuando regresé a España, en 2005, y empezábamos a dar a conocer lo que era, decíamos “soy contable forense”, y la gente nos relacionaba con el médico forense. “No, no, somos economistas, somos auditores”, respondíamos. Ahora celebro que veinte años después veamos a diario dos o tres situaciones de forensic en la prensa económica.
"Cuando empezamos a dar a conocer el forensic decíamos ‘soy contable forense’, y la gente nos relacionaba con el médico forense. ‘No, no, somos economistas, somos auditores’, respondíamos"
Los auditores tienen fama de ir con la lupa persiguiendo el fraude, pero ¿pueden los profesionales ser aliados de las empresas en este sentido?
Totalmente. De inicio, hay que decir que la norma técnica de auditoría dice claramente que el auditor no tiene la responsabilidad de detectar fraude. Pero, dicho esto, yo percibo que ha habido una gran concienciación para que el auditor pueda ser ese aliado. Dentro del marco de auditoría hemos visto cómo firmas grandes, pequeñas y medianas incorporan en su día a día cada vez más procedimientos o pruebas específicas para identificar fraude o posibles anomalías. Y desde el forensic nos ofrecemos para ayudar a los auditores para contribuir a esa mejora. Creo que tenemos un rol muy importante para ponérselo cada vez más difícil a este tipo de patrones.
¿Qué te parecen los informes del ICJCE Galicia que reflejan que la auditoría contribuye a la buena salud de las empresas, la longevidad, la equidad y el empleo?
Para mí hay una correlación conceptual que tiene sentido, porque la profesión de auditoría contribuye a que las cuentas anuales reflejen la imagen fiel del patrimonio y la cuenta de pérdidas y ganancias de la compañía. Eso incentiva esa continuidad y a esa longevidad porque la realidad es la que es y el acceso que tendrá esa compañía a financiación será acorde a sus posibilidades, mientras que una empresa no auditada se puede meter en una situación de deuda que su flujo de caja luego no pueda absorber. Reflejar una imagen fiel es fundamental para que los terceros depositen su confianza y su financiación en la compañía, o para que una quiera asociarse con otra.