El presidente del ICJCE Galicia señala que la labor de los auditores es más importante que nunca
14.12.2020. Enrique González, presidente del Instituto de Censores Jurados de Cuentas de España en Galicia (ICJCE), defendió que la labor de los auditores es ahora más necesaria que nunca, debido a la complejidad de la revisión de las cuentas 2020 debido a la crisis provocada por la pandemia de la Covid-19, en una entrevista publicada en los periódicos gallegos El Progreso de Lugo y Diario de Pontevedra. González recalcó la complejidad y el riesgo que tendrán que soportar los profesionales de la auditoría este año, que tendrán que determinar si las cuentas reflejan la imagen real de las compañías con múltiples factores nuevos a tener en cuenta, ya que todos los sectores de actividad se encuentran afectados por la incidencia del coronavirus en la economía.
Los informes de cuentas, señaló, serán un primer diagnóstico de la situación económica de las empresas que, de no reactivarse la actividad, no tendrán capacidad para continuar operando. Los 63.000 informes realizados al año por los auditores gallegos sientan una base sobre la que se sustenta la realidad económica del país. “Parte de nuestro trabajo es analizar el principio de empresa en funcionamiento, que es una evaluación de riesgos sobre si una compañía puede seguir su actividad o tiene factores que nos lleven a poner en duda su continuidad”, indicó el presidente de los auditores gallegos.
Según el estudio Las empresas auditadas en Galicia 2007-2019, elaborado por ICJCE Galicia con datos de Ardán, las compañías que se auditan son más elásticas y se recuperan mejor que aquellas que no revisan sus cuentas. “Los auditores recomendamos a las empresas que ajusten su contabilidad para que refleje una imagen fiel. En muchos casos, esto afecta a su balance y cuenta de resultados, con lo cual, en un primer momento los efectos de nuestro trabajo son mucho más drásticos”, señaló González.
El estudio también demuestra que las empresas auditadas se ajustan mucho antes y se recuperan más rápido en términos de empleo, facturación y rentabilidad. “El 30% de las empresas que se auditan en Galicia no están obligadas a hacerlo, pero sus administradores imprimen un estilo de transparencia y rigor y quieren que la información que llegue a clientes, proveedores y trabajadores sea fiable”, eñadió González antes de concluír que el trabajo del auditor es una garantía sobre la que se fundamenta la realidad del país. “Entendemos que, cuanto más bajos fueran los límites de obligatoriedad de la auditoría, mejor sería para la información financiera disponible”, concluyó.
