Nueva normalidad
Aunque no me gusta demasiado la expresión “nueva normalidad, con casi 30 millones de entradas en Google para “new normal”; casi cuatro millones para “nueva normalidad” y varias entradas en el Diccionario Urbano1, parece que tenemos término para largo.
Nueva normalidad es la traducción del término de origen anglosajón, “new normal” que, a pesar de que habitualmente se considera acuñado tras la crisis de 20082 ya se había utilizado anteriormente tras los atentados del 11 de septiembre para definir cómo los supervivientes y afectados por los atentados debían gestionar la pérdida de un ser querido y, aún antes, tras la primera guerra mundial desde una perspectiva económica y social. Actualmente, su uso es generalizado y se utiliza para describir las condiciones actuales derivadas de un suceso significativo y que se convierten en normales hasta el siguiente suceso.
Durante estos meses hemos aprendido mucho y rápido; la gran realidad y futuro de las nuevas tecnologías, la capacidad de superación y compromiso de la sociedad y, en el caso de los profesionales de la contabilidad y auditores, la capacidad de ayudar al tejido empresarial para superar estos graves momentos y de aprovechar la coyuntura para formarse y compartir los conocimientos y mejores prácticas.
Soluciones imaginativas
Muchos sectores de la economía han aplicado su ingenio e imaginación para cambiar, ayudar y progresar. También lo han hecho los auditores, muchos de los cuales han tenido que centrarse en otro tipo de servicios más adecuados a las circunstancias3 a la espera de poder seguir con los encargos de auditoría de aquellas entidades en las que no haya habido más remedio que aplazar la realización del trabajo.
Aplicación de las nuevas tecnologías
El teletrabajo y las tecnologías para llevar a cabo auditorías en remoto ha tenido un avance importante y, como se suele decir, parece que han venido para quedarse. Así, hemos visto algunas soluciones para llevar a cabo revisiones de inventarios no presenciales4; para el acceso remoto a los registros de los clientes a través de software de extracción de datos o la utilización de software de IA para la revisión de transacciones5.
La creciente importancia de la fiabilidad de la información
Tanto en el ámbito privado como público, se detecta una creciente importancia de la fiabilidad de la información que suministran las empresas sobre el impacto que esta crisis ha tenido y va a tener sobre sus negocios. Ello abre la oportunidad a los profesionales de proporcionar un mejor servicio y de mayor valor a sus clientes.
La formación es crucial para abordar las necesidades de nuestros clientes los próximos meses. Muchos de vosotros habéis apostado por formaros a través de la plataforma del ICJCE #FormateEncasa. Otras organizaciones europeas e internacionales afines también han decidido ofrecer formación. IFAC tiene, por ejemplo, una web dedicada a recoger estas iniciativas de formación que ofrecen sus miembros6.
Más que nueva normalidad de la profesión debemos ir hacia de una normalidad mejor, una profesión reforzada, más atractiva y que, tal y como se ha demostrado, responda a los retos con iniciativa y perspectiva de futuro.
Adela Vila es Director International Department del Instituto de Censores Jurados de Cuentas de España.
- Urban Dictionary. (diccionario escrito en inglés por los lectores en el que se votan las mejores definiciones de nuevas expresiones propuestas por ellos)
- En un artículo de Bloomberg News, «Post-Subprime Economy Means Subpar Growth as New Normal in U.S.» (18 de mayo de 2008-Rich Miller y Matthew Benjamin)
- El documento de IFAC traducido por el ICJCE “la elección del servicio adecuado” nos muestra diferentes tipos de servicios que el profesional puede ofrecer a los clientes para hacer frente a sus necesidades específicas.
- Ver el artículo de ICAEW Coronavirus, stocktake attendance and the auditor’s report.
- Auditors turn to new tech amid COVID-19 crisis